Esto sí que es correr seguro
¿Quieres ir más seguro cuando corres por el parque? En SportLife somos gente pacífica, pero si tienes que defenderte queremos que lo hagas bien. Por eso te presentamos el Yawara-Jitsu o arte de la defensa personal científica. ¡Ni aunque te lleves el tanque a cuestas vas a ir más tranquilo!
“Yawara-Jitsu” o el arte de no pegarte
Nunca está de más saber cómo defendernos. Si tenemos suerte y nunca llegamos a utilizar estos conocimientos, mucho mejor. Pero debemos estar preparados física y mentalmente para enfrentarnos con la mayor seguridad y capacidad a esa situación en la que puedes jugarte mucho.
Si piensas que puedes sufrir una agresión, es muy importante que el pánico no te bloquee. No te preocupes si sientes miedo, es natural. Se trata de una reacción corporal natural que surge como respuesta ante la percepción de un peligro. No podemos evitarlo pero sí podemos controlarlo e incluso sacar beneficio de él. El miedo te mantiene despierto y, si lo controlas, te hace más fuerte y rápido.
Saber cómo tienes que reaccionar es una ayuda inestimable para mantener la calma y defenderte correctamente ante una agresión. Esto es lo que pretende el “Yawara-Jitsu”, un sistema de defensa personal que engloba lo mejor del judo, karate, boxeo tailandés, jiu-jitsu, aikido y kobudo; un método pedagógico perfectamente adaptado a la mentalidad occidental. Ha sido creado siguiendo un estudio riguroso de la biomecánica del cuerpo humano, del funcionamiento de las palancas y de la teoría de los reflejos condicionados para conseguir el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo en combate real; por eso, también se conoce este sistema como “defensa personal científica”.
Mantener la distancia de seguridad
Para responder a una agresión es necesario estar preparado. Si nos pillan desprevenidos es imposible toda defensa.
Lo primero que necesitas es espacio; a menos de metro y medio (la distancia que necesitas para percibir en su totalidad el cuerpo de tu atacante) es muy difícil defenderse de un ataque. Por eso, si intuyes que puede producirse un enfrentamiento, intenta evitarlo pero no permitas a tu rival que traspase esa “distancia crítica”. No te acerques a tu asaltante.
Para mantener la distancia de seguridad muévete en círculos si es necesario. La forma de desplazarte resulta muy importante porque si vamos directamente hacia atrás podemos chocar con un obstáculo que no vemos. Desplazándonos en círculo mantenemos la distancia y obligamos a nuestro agresor a modificar su trayectoria continuamente, además de mejorar nuestra visión periférica.
Si tu adversario viene hacia ti con intención de agredirte, atrasa un pie (el derecho si eres diestro, o el izquierdo si eres zurdo) y sube los brazos como escudo de un posible ataque. De esta forma, podremos bloquear un ataque con nuestro brazo adelantado y golpear con nuestro brazo o pierna atrasados.