Ha sido una experiencia fantástica impartir un seminario de Yawara-Jitsu en Tribiano, en el Dojo que Mauro y Rita dirigen como delegación del Yawara-Jitsu en Italia. Era la segunda vez que acudía al país transalpino, tras el seminario internacional que impartí el año 2012 en Sportilia, como presentación oficial del Yawara-Jitsu en Italia ante el CSEN, Asociación Italiana de Deportes y Artes Marciales.

Llegué el viernes al Aeropuerto de Linate-Milán y me estaban esperando Rita Y Silvia, alumna de Yawara-Jitsu, que haría las labores de traducción en el seminario. Llegada al hotel, comida en el buffet libre y un breve descanso para la master class infantil que impartiría a las 17:30.

Al llegar al polideportivo niñas y niños estaban impacientes por conocerme. Rita me comentaba que estaban muy nerviosos e inquietos, por el acontecimiento. Al comenzar la clase y decirles las primeras palabras, pude ver la misma mirada de entusiasmo y fascinación que yo mismo tenía con su edad, cuando un maestro importante asistía por primera vez al Dojo de mi padre, a impartir un seminario. Era una experiencia iniciática e inolvidable, que aun mantengo en la memoria. Puse el máximo empeño en empatizar con ellos y explicarles la importancia de las artes marciales y el espíritu del Yawara-Jitsu en su crecimiento como futuros adultos. Rompí el concepto de la cuarta pared, para que me percibiesen como alguien cercano, que aún conserva su parte de niño y no como alguien inaccesible que está en un escenario o pedestal: es la única manera de llegarles al corazón. Que me percibiesen como realmente soy, con sus mismos problemas e inquietudes y con el mismo entusiasmo ante la magia que nos depara la vida. Les hablé sobre el miedo y la valentía; sobre la responsabilidad que tienen al ser artistas marciales y en concreto yawarakas. Les transmití que es muy fácil hacer daño y que esto no tiene ningún mérito, sino que el mérito está en hacer lo justo. En hacer lo correcto. Y que ellos tienen la capacidad de marcar la diferencia entre sus compañeros con el ejemplo de su actitud. Les animé a que no se rindan jamás y a que se levanten tantas veces como se caigan. Les puse el ejemplo del erizo, como animal asertivo: es singular, pacífico, no agrede a nadie, pero no permite que nadie les haga daño, protegiendo su espacio personal con las púas de su cuerpo. Lo entendieron perfectamente. Después de transmitirles toda esta información, pasamos a practicar técnicas de defensa personal y a que entendiesen la importancia de la precisión en la metodología del Yawara-Jitsu. Finalizamos la sesión realizando el primer kata de uno en uno para ser capaces de transmitir esa actitud de asertividad y valentía. Les pedí que realizasen el kata como si estuviesen en su examen de cinturón negro, y aunque estaban un poco intimidados por la situación, demostraron un gran entusiasmo y carácter. Les digo que si alguno de ellos tiene alguna duda o pregunta acerca del Yawara-Jitsu. Se muestran tímidos al principio, ero les animo a hacerlo y me hacen algunas preguntas sobre mí y sobre el Yawara-Jitsu, algunas de ellas preparadas en “español”. Un placer conoceros: Maya, Lucca, Fillippo, Diego, Katrina, Rebeca, Eros, Steffano, Giorgio, Simone, Martina, Luca, Bianca. Andrea espero que ya estés mejor de tu fiebre. Nos conoceremos la próxima. Sois todos muy grandes!!!

Finalizamos la sesión con el saludo de rigor y pasamos a hacernos unas fotografías de grupo. Pero antes me dice Rita que los alumnos tienen algo para mí. Me entregan varios dibujos preciosos sobre el Yawara-Jitsu y algunos retratos míos con el kimono y en posición de guardia, realizados con un mimo y cuidado que demuestra el empeño y el tiempo dedicados. Les doy las gracias y les digo que me han entusiasmado y emocionado con la sorpresa y con los dos paquetes de bombones de chocolate gianduiotti, que Rita sabe que me apasionan. De forma espontánea, todos corren a abrazarme. Una experiencia maravillosa.

Pasamos a la sesión de los adultos. Todos ellos con muchas ganas de aprender y con niveles diversos: desde cinturón blanco hasta cinturón negro. Una master class muy productiva en la que transmití mucha información teórica y práctica para que entendiesen la esencia del Yawara-Jitsu. Un gran grupo de personas: amables y entusiastas, que se esforzaron en aprender todas las técnicas con una gran actitud. Son como una gran familia. Bravo Marco Bonelli y Bravísimo Andrea Campari, mi uke en el seminario, que con 13 años ya tiene la actitud de un grande.

Finalizado el entrenamiento, fuimos a cenar a un restaurante italiano, cocina típica milanesa. Pedía al cocinero que saliese para felicitarle por el mejor tiramisú del mundo.

El sábado por la mañana entrené con Mauro, Rita y Claudio de manera privada para repasar todo el programa de cinturón negro 3º Dan, que tendrán que desarrollar en su próximo examen. Hay que resaltar el gran mérito que tienen, que a pesar de estar muy lejos y de las dificultades de aprendizaje que conlleva, tienen un gran nivel técnico y unas ganas de aprender excepcionales. Bravo Mauro, Rita y Claudio!!! Y pronto también Andrea Pizzera, que se examinará de cinturón negro en diciembre. Después nos fuimos a comer y me llevaron a hacer un poco de turismo por la Plaza del Duomo y una cena en una pizzería familiar, con unas pizzas exquisitas en horno de leña y un gelatto de chocolate.

El domingo por la mañana impartí un curso abierto a otros estilos, al que acudieron, además de los alumnos de la escuela de Yawara-Jitsu de Italia, alumnos y profesores de Judo, Karate y Jiu-Jitsu. Fue una gran experiencia el mostrar las virtudes del Yawara-Jitsu, y ver el interés que suscita en otras artes marciales cuando se les explica la importancia de nuestra metodología con dos conceptos fundamentales: la precisión y la sincronía, que hacen del Yawara-Jitsu un sistema de defensa personal único: científico, racional y progresivo.

Por la tarde me llevaron al barrio de Navigli, sede de la movida milanesa, para cenar y caminar por la orilla del canal como colofón a un viaje inolvidable.

Un fuerte abrazo a Mauro, Rita y Claudio –Claudio gracias por tu masaje en mi cuello que me permitió recuperarme del dolor muscular-, por su excepcional atención hacia mí, por una perfecta organización y por transmitir tan bien el espíritu del Yawara-Jitsu.

Bravísimos Mauro y Rita. Los mejores embajadores del Yawara-Jitsu en Italia!!! Nos vemos pronto!!!

Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Soke-Shihan de la Federación Mundial de Yawara-Jitsu.

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